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lunes, 2 de marzo de 2015

BREVE EXPLICACIÓN SOBRE LA REPRESENTANTE DE ALUMNOS

 
"Podemos ser parte del problema o de la solución, pero NUNCA del paisaje"
 
Estimados compañeros, me presento a Representante de Alumnos de la Escuela de Doctorado de la UNED.
 
Estoy realizando el doctorado por Derechos y Libertades Humanas, dedicado en especial a las Fuerzas de Seguridad democráticas que tanto han sufrido por pedir Derechos Humanos y porque se acaben los abusos de poder en un régimen especialmente importante.
 
Ya han sido proclamadas las candidaturas definitivas y somos cinco los candidatos. Hecho que me alegra porque me parece bastantes los candidatos.
 
La voz de los sin voz, debe ser oída. Hace un momento leía que un representante político decía que la justicia gratuita está muy bien gestionada, prueba de ello, explicaba, es el número ínfimo de quejas de la ciudadanía.
 
Lo cierto es que las personas tienen miedo a manifestar sus quejas. Se tiene miedo a las represarías del aparato de control de los destinos. Es de conocimiento popular que el miedo anula la inteligencia. No debemos tener miedo, siempre que respetemos el derecho ajeno. Porque el respeto al derecho ajeno, es la Paz.
 
Tenemos el derecho de manifestar nuestra opinión con libertad. Porque aunque sea la opinión de una minoría, debe respetarse para dejar paso a la libertad. Las personas deben ser responsables y elegir su destino sin interferencias ni tutelas ilegítimas. Nadie es más que nadie.
 
La importancia y la necesidad de la “participación ciudadana (de la sociedad, de la sociedad civil, de la ciudadanía) en educación” ha devenido en tema recurrente y aceptado, de modo general, en la mayoría de países en el mundo.
 
La evidente necesidad de la presencia del ciudadano común en la toma de decisiones en los más versátiles aspectos de la realidad diaria. La participación ciudadana surge así como un mecanismo que antagoniza a las burocracias que, en ocasiones, pueden empañar las formas democráticas.
Sin dudas, la importancia de la participación ciudadana la convierte en una de las herramientas insustituibles de las sociedades democráticas, que permite diferenciar a los pueblos con libertad política de aquellos en los cuales no se respetan en su totalidad los elementos de expresión.


Una visión amplia de la “participación ciudadana en educación” implica aceptar que:

  • La educación no se limita a la educación escolar, ni los aprendizajes necesarios – para la vida, para el trabajo, para la participación, para la ciudadanía plena - pueden limitarse a un período determinado de la vida de una persona. El aprendizaje se inicia con el nacimiento y se extiende a lo largo de toda la vida, arranca en el hogar, antecede y excede a la institución escolar, abarcando un amplio conjunto de instituciones, modalidades, relaciones y prácticas. La educación, la comunidad educativa y la política educativa son mucho más amplias, respectivamente, que la educación escolar, la comunidad escolar y la política escolar.
  • La “sociedad civil” es una realidad sumamente heterogénea y compleja, formada por un amplio mosaico de organizaciones (siendo las ONGs apenas un segmento, y minoritario, de las OSC), en la que se expresan múltiples visiones, intereses y conflictos. De hecho, los procesos nacionales y las iniciativas internacionales de reforma educativa ensayados en esta región en los últimos años han venido patentizando la existencia de, y la confrontación entre, “sociedades civiles” diferenciadas (posturas, intereses, ideologías) en torno a éstos.
  • La participación, para convertirse en instrumento de desarrollo, empoderamiento y equidad social, debe ser significativa y auténtica, involucrar a todos los actores, diferenciando pero sincronizando sus roles, y darse en los diversos ámbitos y dimensiones de lo educativo: desde el aula de clase hasta la política educativa, dentro de la educación escolar y también de la extra-escolar, en los aspectos administrativos y también en los relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, a nivel local así como a nivel nacional y global. Esto implica el estudio, la definición y puesta en marcha de una estrategia de participación social imbricada dentro de la propia política educativa, y ella misma acordada participativamente, a fin de delimitar con claridad roles y responsabilidades de cada uno de los actores y asegurar las condiciones y los mecanismos para hacer efectiva dicha participación. 

    La participación ciudadana en las decisiones y acciones de la educación no es un lujo o una opción: es condición indispensable para sostener, desarrollar y transformar la educación en las direcciones deseadas. Es un imperativo no sólo político-democrático - derecho ciudadano a la información, a la consulta y a la iniciativa, a la transparencia en la gestión de lo público - sino de relevancia, eficacia y sustentabilidad de las acciones emprendidas. Porque la educación y el cambio educativo involucran a personas y pasan, por ende, por los saberes, el razonamiento, la subjetividad, las pautas culturales, las expectativas, la voluntad de cambio y el propio cambio de personas concretas; lo que se ahorra – en tiempo, en recursos, en complicaciones – al pasar a las personas y sus organizaciones por alto, se paga en inadecuación de las ideas propuestas a las realidades y posibilidades concretas, en incomprensión, resistencia o, peor aún, apatía, de quienes están llamados a apropiarse y a hacer. Afirmar esto ya no requiere respaldarse en citas y en estudios, porque, si el sentido común no bastara, ha pasado a incorporarse ya al acervo de grandes lecciones aprendidas en los procesos de reforma educativa a nivel mundial y en esta región específicamente.
 
 
APTITUDES DE UN BUEN REPRESENTANTE DE ALUMNOS. 
  • Responsabilidad en su trabajo.
  • Habilidades sociales: Capacidad de hablar en público, dirigirse a cualquier persona (incluso desconocida), capacidad para trabajar en equipo, capacidad para saber decir que no, ...
  • Asertividad para saber defender los intereses de su grupo-clase, y empatía para saber situarse en su lugar.
  • Ser ordenado, capaz de gestionar todos los datos relacionados con los alumnos (ej: el pago de unas fotocopias, de una excursión, etc) de una forma ordenada y sistematizada.
  • Tener iniciativa a la hora de plantear propuestas al tutor pensando siempre en las necesidades de sus compañeros de clase.
  • Ser capaz de escuchar activamente a sus compañeros y al profesorado.
  • Ser respetuoso con sus compañeros de clase y resolver conflictos de forma pacífica, a través del diálogo y la negociación.
  • Debe ser un ejemplo a seguir por todos sus compañeros.


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